Motivos para la reflexión. El futuro está en juego

23 octubre 2018

La Liga Endesa ACB ha iniciado la temporada 18/19 con un porcentaje de jugadores españoles que a duras penas roza la cuarta parte de los deportistas de la competición. Concretamente son 55 jugadores nacidos en España sobre un total de 211 lo que supone un 26 %. La temporada pasada este nivel se encontraba cercano al 30% por lo que constatamos la senda decreciente que viene siendo tónica habitual de los últimos años en nuestro baloncesto.

De acuerdo con el último informe migratorio internacional publicado por FIBA, la media de jugadores extranjeros en las ligas internacionales es del 44%. En él está excluida la NBA y si la tenemos en cuenta con un 25% de extranjeros, este porcentaje será aun más bajo. En la ACB está cercano al 75%. Además los jugadores sub-21 españoles solo suponen el 6% cuando la media es del 15% en el resto.

Por otro lado, se produjo en la última temporada 17-18 una rotación del 35% de jugadores en ACB y del 62% en las plantillas. Esta temporada se mantiene el 35% de jugadores nuevos en nuestra liga y el porcentaje de cambio en las plantillas se  reduce al 43%.

En cuanto a los marcos de elegibilidad, en ACB hay un mínimo de 4 jugadores de formación cuando en Francia, Polonia y Bélgica es de 6. En la liga rusa debe haber un mínimo de 6 jugadores nacionales y en la germana las plantillas están conformadas por 6 alemanes y 6 extranjeros.

Las conclusiones son claras: El porcentaje de jugadores nacionales en la ACB es el más bajo de todas las ligas profesionales de baloncesto, no solo de nuestro deporte sino seguramente de cualquier otro profesional. La alta rotación de las plantillas no contribuye a la identificación de las mismas por parte de los aficionados y las condiciones para la participación de jugadores españoles en otras ligas de nuestro entorno son más restrictivas que en sentido contrario.

Cuanto menos se cuente con jugadores jóvenes de proyección y talento, menor será el potencial de nuestra Selección Nacional. Esta es el motor de nuestro baloncesto por lo que debemos trabajar para que siga siendo competitiva y atractiva. Todo ello redundará en beneficio de la ACB. La liga ACB debe aprovechar los éxitos del equipo nacional para seguir aflorando talento, cuidando y haciendo madurar a los jugadores que un día llegarán al equipo nacional. Si este talento no se desarrolla en nuestras canchas compitiendo contra los mejores, se perderá.

Alfonso Reyes
Presidente ABP