Mitad de camino en la Copa del Rey. Charly Sainz de Aja

16 febrero 2019

Lo visto hasta ahora en la Copa del Rey en los cuartos han sido tres partidos muy igualados y uno sin historia.

De los tres igualados el del Barcelona Lassa -Valencia Basket se decidió a falta de tres minutos cuando los valencianos dejaron de jugar en equipo. Esos tres últimos minutos se les hicieron demasiado largos para volver a engancharse al partido y pelear por él.

En el Iberostar-Unicaja, los canarios supieron aguantar sus ventajas iniciales. Me gusta el baloncesto que sabe poner en la pista Iberostar Tenerife. Sus dos bases nacionales llevan la batuta del equipo y, si les dejan, del partido.

En el Baskonia-Joventut saltó la sorpresa típica de todas las Copas. Un majestuoso Laprovittola destrozó a los de Vitoria. Si miramos sus estadísticas, los números son escandalosos, pero si viéramos de nuevo el partido, podríamos ver un auténtico clinic de cómo jugar al baloncesto.

En el clásico madrileño, el Movistar Estudiantes quiso jugar de tú a tú al Real Madrid pero el plan no le funcionó. Apenas pudo aguantar un cuarto y los madridistas no querían sorpresas. Apretaron el acelerador hasta llevar el marcador a más de 30 puntos de diferencia.

Las semifinales se presentan con dos favoritos muy claros: Barcelona y Real Madrid. Si me preguntaran por alguna sorpresa, solo veo a Iberostar Tenerife plantando oposición al Barcelona y con alguna posibilidad competir. El Joventut ya ha hecho más de lo que pensaban con el esfuerzo de ayer en cuartos  y no creo que puedan plantar mucha cara frente a los blancos.