24 noviembre 2016
Este martes se realizó el sorteo para el Eurobasket del próximo verano, que se celebrará en cuatro sedes diferentes (Finlandia, Turquía, Israel y Rumanía). Seguro que todo el mundo conoce ya el grupo que le ha tocado a España. Parece que la suerte en esta ocasión nos ha sonreído. Deberemos enfrentarnos en la primera fase a los equipos de la República Checa, Hungría, Croacia, Montenegro y Rumanía (por cierto, sede de la primera fase).
A los pocos minutos y horas del sorteo, ya se habían publicado varios reportajes donde se comentaba lo afortunados que habíamos sido, porque, a priori, el grupo parecía muy asequible. Además, en palabras del seleccionador, nos permitiría ir mejorando nuestro estado de forma, para llegar a la siguiente fase en nuestro mejor momento:
“yo nunca he dado mucha importancia a la primera fase para un equipo como el nuestro, que no puede estar tres semanas a tope de su forma física. Será importante llegar bien al momento de los cruces y crecer intentando que el equipo esté en ese momento con buen nivel de frescura, y desgaste”.
Quizás, a mí lo que más me preocupa antes que los rivales, es saber algo más de nuestra selección. ¿Con qué jugadores contamos?. No sería de extrañar que algunos de los jugadores que tanto han contribuido en los últimos años al éxito de nuestro baloncesto, no estén en esta convocatoria. Bien porque físicamente necesiten descansar o bien porque sus equipos (especialmente los equipos NBA) pongan muchos problemas. Lógicamente eso supone que haya una renovación en el equipo, y que jugadores nuevos aparezcan en el equipo nacional. Esto es una buena noticia, sin duda, pero nuestro análisis del Eurobasket entonces puede ser diferente.
Foto FIBA.com
¿En qué condiciones van a llegar nuestros jugadores?. Este es un tema cada vez más determinante. No hay más que analizar cómo están aumentando año tras año el número de partidos que nuestros jugadores disputan y lo que eso supone. Este año, con una Euroliga con más partidos, y con una ACB que acaba de las últimas ligas europeas, habrá que ver cómo están físicamente nuestros jugadores. No podemos seguir exprimiendo a nuestros jugadores, y pedirles cada vez más partidos, sin que su rendimiento (especialmente físico y mental) se resienta.
Todo esto pidiendo a la señora fortuna que nos siga sonriendo, y que no se produzca ninguna lesión importante en los jugadores que le impida llegar a jugar el Eurobasket. O que el mercado de verano nos permita tener un poco más de tranquilidad para que nuestra selección pueda prepararse mejor durante la concentración previa. Temas quizás menos importantes, pero que condicionan seguro nuestro futuro rendimiento.
Croacia, un potente rival.
Y ahora sí. En la medida que hayamos reflexionado sobre nuestra selección y tengamos resueltas algunas de las dudas existentes, ahora sí podemos empezar a pensar en el resto de los equipos a los que nos enfrentamos.
Y claro, enfrente, tenemos a una selección como Croacia (no olvidemos que Croacia nos ganó en el partido que jugamos en las olimpiadas de Río). No me parece una mala selección, con mucho talento entre sus jugadores exteriores y no menos a nivel interior.
Foto Feb.es
Entre sus jugadores podemos hablar de Bojan Bogdanovic (su gran estrella, jugador de los Brooklyn Nets), muy bien acompañado por fuera por jugadores de la talla de Dario Saric (Philadelphia 76ers), Mario Hezonja (Orlando Magic) o los más veteranos ya Krunoslav Simon o Roko Ukic. Pero si por fuera están muy bien, dentro de la zona tampoco es que tengan malos jugadores. Cuentan con Darko Planinic, ahora en el Gran Canaria, pero no olvidemos que Ante Tomic no fue a las olimpiadas, pero puede incorporarse de nuevo a su selección. Y finalmente, aquí entra un tema complicado y que puede ser determinante en algunos equipos, porque es que pueden contar con un nacionalizado como Justin Hamilton, que el año pasado jugó en Valencia, y ahora juega en los Nets.
Sin duda, este será uno de los partidos más complicados de la primera fase, especialmente si los croatas muestran su mejor versión.
República Checa… Calidad y experiencia.
De la República Checa, seguro que todos destacamos a dos jugadores bien conocidos. Por un lado, una de sus grandes estrellas es Jan Vesely. El pivot dde Fenerbahçe es, sin miedo a fallar, uno de los mejores interiores que hay actualmente en Europa. Por otro lado, a nadie se le escapa quien es Tomas Satoransky (actualmente jugando en los Washington Wizards). Jugador físicamente muy potente, formado baloncestísticamente en España, en Sevilla, y que ha alcanzado su máximo rendimiento en el Barcelona.
Además, están acompañados por jugadores, quizás no de tanto nombre, pero que conocen muy bien su oficio. En el exterior destacan David Jelinek (también formado en España, en las filas del Joventut, y que actualmente juega en Andorra), un veterano jugador como Pavel Prumpla, que hace muy bien su trabajo a partir de su gran intensidad física y defensiva, o un jugador nacionalizando como Blake Schilb, un potente 3 con amplia experiencia en Euroleague y Eurocup, y que actualmente juega en el Galatasaray turco.
Por dentro, podemos señalar a Patrick Auda (un 4 muy móvil, con muy buena capacidad en el tiro de 3p, y que juega en Manresa).
Montenegro… Mucha calidad en su juego interior.
Montenegro viene de jugar una fase de clasificación para el europeo casi perfecta. Tan solo cedió una derrota en su partido contra Georgia, siendo la selección líder en puntos por partido anotados (nada menos que una media de 93.8 puntos por partido).
Foto: feb.es
Sin duda, uno de sus puntos fuertes será el juego interior, que está formado por Nikola Vucevic (Orlando Magic, 15,7 puntos y 6,5 rebotes para 18,3 de valoración en la pasada fase de clasificación); Bojan Dubljevic, pívot del Valencia Basket (con capacidad para jugar tanto en el poste bajo como abrir el campo con algún lanzamiento de 3p) o Marko Todorovic (actualmente en las filas del Khimki BC, y jugador formado en España, concretamente en el Joventut, y con experiencia en la liga ACB, después de jugar tanto en el Barcelona como en Bilbao).
Y como no, cuentan con su nacionalizado de lujo. Tyrese Rice tiene pasaporte montenegrino. Queda por saber si este verano competirá con esta selección.
Hungría… Un trío peligroso.
Una selección que aparece en el Eurobasket, después de jugar una fase de clasificación perfecta, es Hungría. Entre sus jugadores, podemos destacar fundamentalmente tres. Uno es bien conocido en España, después de jugar varios años en la liga ACB. Es Adam Hanga, el líder del equipo, y que a buen seguro, si queremos ganarles, todo pasará por evitar que juegue a campo abierto y con velocidad (es el líder del equipo en puntos, rebotes y asistencias).
Pero hay otros dos jugadores muy interesantes, y que aportan mucho a su equipo. Uno es David Vojvoda (jugador del Szolnoki Olaj, Hungría). Un escolta, que puede hacer la función de base, y que destaca por su agresividad constante en el 1 contra 1, su capacidad para jugar bloqueo directo, y sobre todo, su capacidad de tiro exterior (19 puntos de media por partido en la fase de clasificación).
El otro jugador, que da mucho equilibrio al equipo, es Akos Keller (actualmente en el Alba Fehervar). Es un pivot muy físico, con gran movilidad, que es capaz de echar el balón al suelo en el 1 contra 1 de cara, y con capacidad de sorprender con algún tiro de 3p.
Rumanía… La gran desconocida
Finalmente, nos queda Rumanía, la anfitriona y algo desconocida. No participan en este competición desde 1987, y seguro que es una incógnita su respuesta, aunque se basará mucho en la ilusión por poder participar en el Eurobasket. Tienen su jugador nacionalizado en la posición de base, Malcolm Armstead, con experiencia en Europa. Vlad Moldoveanu será otro de sus jugadores importantes. Jugador con experiencia en Euroliga, y con unos excelentes números en el tiro de 3p.
Estas son nuestras rivales del Eurobasket. Todas con jugadores importantes, casi todas con jugadores con experiencia en la NBA (clara consecuencia de la globalización, también del baloncesto), casi todas con sus jugadores nacionalizados. Pero insisto, ahora toca preocuparnos más de nosotros, valorar bien nuestras posibilidades y ser capaz de cuidar mejor a nuestros jugadores para que lleguen todos, y en el mejor estado posible.
Entrenador de Baloncesto
Ayudante Selección Británica
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