Algo está cambiando

19 agosto 2019

Empiezo pidiendo perdón porque siempre que generalizas puedes cometer el error de incluir a alguien que está fuera de esa generalidad. La cuestión es que, bajo mi punto de vista, siempre ví que la gran mayoría de jugadores americanos de alto nivel tienen claro que después de acabar la temporada terminan los partidos, pero el trabajo continúa. Ellos siguen trabajando físicamente y aprovechan para mejorar técnicamente ciertos detalles.

Esto era más difícil de ver en los jugadores españoles. Los jugadores españoles usaban las fechas en las que no hay competición para descansar. Repito que seguro me equivoco generalizando y por ello vuelvo a pedir perdón.

Lo que he vivido estos últimos años en el campus ABP es que esto está cambiando. El jugador español está tomando también esos hábitos de seguir entrenando en vacaciones, de contratar preparadores físicos y entrenadores de baloncesto para mejorar. Quieren estar lo mejor preparados para la próxima temporada y saben que tienen aspectos de su juego que mejorar. Y trabajan para ello.

Esta tendencia, la de no parar y seguir trabajando para mejorar, no solo se generaliza en la élite de nuestro baloncesto. Los chicos que trabajan con la ilusión de llegar a esa élite en un futuro y que pertenecen, todavía, a equipos de competición LEB, tampoco paran en verano. Ellos también entienden que el verano es una época para trabajar, de una manera diferente, y buscando su mejora física y técnica.

En el campus ABP hemos podido comprobar esta tendencia año tras año. Partimos de la base que los jugadores que repiten todos los años son de ese perfil de jugadores a los que les encanta entrenar. Si no fuera así, no acudirían verano tras verano a machacarse 5 días en sesiones de mañana y tarde. Ellos saben que en verano no se puede parar. También tienen claro que, para dar el nivel en el campus, tienes que venir bien preparado. Y es que el trabajo es serio, teniendo muy claro que estamos para servirles y que el ambiente es muy distendido fuera de la cancha. En la cancha y en el gimnasio la concentración y el esfuerzo es máximo.

La bonita sorpresa es que los chicos que se inscriben por primera vez al campus vienen cada vez mejor preparados físicamente. Y esto es fruto a su juventud, por supuesto, pero también a que no paran en verano. Ellos también siguen trabajando seguro en el gimnasio y también en la cancha. Cada uno sabrá con las posibilidades con las que puede contar para esto, pero todos tienen claro que si quieres ser jugador profesional en el futuro en el verano se trabaja, no se para. Así estos tíos consiguen convertirnos en unos privilegiados a los afortunados que tenemos el honor de compartir con ellos estos 5 días y entrenarlos.

Esta es la mejor fórmula para saber que habrá un después a la generación del 80. Talento ya nos han enseñado las selecciones sub 20 y sub 18 que hay a raudales. El trabajo con sentido es el camino para llegar a la élite.


Francis Tomé

Director Campus ABP