Sigo la trayectoria de Juan Carlos (nunca me he acostumbrado a llamarlo Juanqui o Chonqui) desde 1997. Lo hago por ser compañero de mi hermano en selecciones inferiores y porque desde bien jovencito llamaba la atención por su calidad, talento y desparpajo.
Tuve la oportunidad de verlo debutar compartiendo vestuario en la Selección Nacional en el año 2000. Llegó de la mano de otro fenómeno como Raúl López y entre los dos revolucionaron la concentración previa a los JJ. OO. de Sidney.
Siempre se ha mostrado cooperativo y dispuesto a echar una mano en defensa de sus compañeros. Situaciones complicadas para el colectivo han contado con el enorme peso específico de su apoyo, sosegado y sin aspavientos, de forma silenciosa pero firme.
Con los clásicos nos cuesta afrontar su retirada. Si además no se hace de manera ortodoxa y como merece una leyenda de esta categoría, llega a ser incluso duro.
La ABP quiere expresar desde este foro el mayor agradecimiento a uno de los mitos del deporte español; poner en valor a nuestros grandes ídolos que engrandecen el BALONCESTO pero que no siempre son tratados con la justicia que merecen.
Mucha suerte en tu nueva etapa y un fuerte abrazo, Juan Carlos.
Hasta siempre.
Alfonso Reyes
Presidente ABP