ABP – Asociación de baloncestistas profesionales

In Memoriam Quino Salvo, un grande del baloncesto español

Quino Salvo fue uno de los personajes más queridos del mundo del baloncesto. Los homenajes que recibió recientemente por el CB Valladolid , el club Peixe Galego de Marín y sobre todo uno multitudinario en la última Copa del Rey de La Coruña así o certifican, tengamos en cuenta que él dejo de jugar hace ya muchos años pero muchos siguen recordándolo como si fuera ayer, por su entrega absoluta, su carisma su generosidad su afan de superación, tanto en la cancha como fuera de ella, en los momentos difíciles que le ha tocado vivir.

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Quino Salvo y Javier Izquierdo (Foto http://laveudelliria.com/)

La primera vez que le vi jugar en directo fue en un Estudiantes – CAI de Zaragoza y desde luego sorprendía que a pesar de su corpulencia, tenía una gran movilidad. No era un jugador típico, lucía una vistosas muñequeras (según Rafa Vecina el que mejor sabía llevarlas) de las que parecían que salían pinchos, como diría su gran amigo y gran apoyo en la salud y la adversidad Julio Bernárdez, algo que seguro que corrobora Epi.

Un año más tarde lo pude ver “mas cerca” pues vino el CAI a jugar contra el Obradoiro equipo en el que jugué siendo junior, en un partido para olvidar por el club gallego, pues a aquel CAI le entraba todo nos metieron una buena paliza, con Quino anulando a nuestro americano, el espectacular Nate Davis.

Máximo anotador de 1ªB

Quino fue a hacer el Servicio Militar a Valencia, circunstancia que aprovechó el Lliria, mejor equipo de entonces de la Comunidad Valenciana para hacerse con sus servicios. Nos volvimos a enfrentar a Quino que era el jugador más alto de aquel equipo de Lliria, jugaba en todas las posiciones desde 1 hasta 5.

Colaboró a que el Lliria se mantuviera en la categoría y jugando allí otra vez con el Obradoiro me pasó algo insólito. El partido lo ganaban ellos con facilidad y recuerdo que Quino me defendía y me daba consejos del tipo: “Chaval, mejor para ganar la posición tienes que recibir así o de otra manera”. Aquello me impactó”. Manel Sánchez, otro grande del baloncesto gallego, me confirmó que a él también le daba consejos cuando se enfrentaban.

Se veía que ya tenía genes de gran entrenador, de pedagogo. No ejerció sus estudios de magisterio en las aulas pero lo hizo en las canchas, y a todos los que aleccionó los dejó marcados.

Aun me quedan cuatro faltas como esa

Su fuerza de voluntad le permitió ponerse en plena forma para la ACB

Pasado su periplo militar Quino ficha por el Fórum de Valladolid y hace una campaña muy brillante, es la segunda de la ACB y ya hay dos americanos por equipo. Quino pierde muchos kilos para poder afrontar una competición mucho más exigente de la que pasó en Lliria. Un jugador como Epí ha reconocido que nadie se lo hizo pasar tan mal.

Es muy conocida una frase de Quino: “Ten cuidado, neno, que me quedan otras cuatro (faltas) como esta.” Era duro pero no marrullerro y tremendamente útil para equipos donde los americanos tenían el rol de anotadores. No obstante en ACB llegó a anotar 10 puntos de media por partido, algo de lo que se sentía muy orgulloso.

Tras Valladolid jugó en Sevilla, y allí concluyó su carrera como jugador ACB, desde donde también se han producido muchísimas muestras de cariño pues allí también dejó huella.

Un entrenador en los genes

Desde que jugó profesional ya se vieron sus facilidades para ver el juego y enseguida entrenó a equipos de categorías inferiores consiguiendo éxitos tanto en Zaragoza como en Valladolid metiendo a sus respectivos equipos entre los mejores de España de juveniles o cadetes. En Zaragoza tuvo un discípulo de excepción Jose Luis Abós, otro gran entrenador, que, por desgracia también nos ha dejado hace poco. Paco Zapata fue uno de los privilegiados de tener de entrenadores al tándem Salvo-Abós. “Un día le veíamos jugar contra Delibasic y al día siguiente nos entrenaba a los juveniles del CAI. Y cuánto aprendimos con el”.

Esa generación del baloncesto maño consiguió imponerse 2 años seguidos en el Campeonato de España Junior a equipos que tenían en teoría más potencial pero que no contaban con la magia impregnada por Salvo & Abós.

Quino consiguió meter en la élite al baloncesto cántabro con ascensos consecutivos dejó en la ACB al Cantabria, de Torrelavega y no solo consiguió subirlo, sino mantenerlo varios años en la élite.

 

Julio Bernárdez y Miguel Juane en el reciente homenaje de los veteranos del Obradoiro a Quino

Como persona todos hablan maravillas.No coincidí con el en ningún equipo pero por nuestros vínculos mutuos con el basket gallego, coincidimos en eventos como en las cenas de veteranos del Obradoiro donde compartí mesa con él y me ponía por las nubes la profesionalidad del equipo que acababa de entrenar y también me comentaba que había sido muy admirador de mi padre, Santiago Amón.

Era generoso en el elogio y en todo lo demás, se entregaba en cuerpo y alma a sus compañeros de equipo, a sus jugadores, a sus amigos. Era muy vitalista y lo transmitía. Y todos le han devuelto ese cariño apoyándole en los difíciles momentos de una enfermedad en la que incluso en su momento más duro no le ha impedido seguir haciendo abdominales y diseñando tácticas defensivas. ¡Qué grande!

Sirvan de ejemplo estos emocionados testimonios de Julio Bernárdez y Miguel Juane de lo que supuso Quino para su gente más cercana.

 

 


Abel Amón

Ex Jugador Profesional de Baloncesto

 

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