24 marzo 2014
Alfonso Reyes apenas lleva un mes como Presidente de la ABP. Tomó la decisión de “aparcar la ingeniería tras la llamada de la Junta Directiva de la ABP para ocupar el cargo vacante de José Luis Llorente”. Vuelve al baloncesto, pero ahora a los despachos tras 17 años en las pistas. Siempre estuvo vinculado “por vocación, compañerismo y hermandad” afirma Alfonso.
En estos primeros días frenéticos de actividad, explica en cada reunión sus líneas maestras: “Estar al servicio de los jugadores, apoyándoles, defendiéndoles y sirviéndoles en todas las facetas que forman parte de su actividad profesional. Trabajar por su presente y dotar de herramientas para que puedan desarrollar su futuro laboral con mayores garantías de éxito”.
Para ello, Alfonso Reyes tiene claro que “la comunicación entre la ABP y los jugadores es fundamental para poder transmitir las inquietudes, necesidades y sugerencias de éstos”. Es precisamente esta comunicación fluida, directa e inmediata, la que en palabras del nuevo presidente “nos permitirá adelantarnos a los problemas y encontrar soluciones cuando sea posible”.
Cuando mira hacia el futuro, Alfonso ve “una ABP en la que los jugadores se sienten parte activa, sabiendo que tienen un aliado contra todas las dificultades que puedan aparecer». No duda un instante cuando tiene que definir el éxito de la Asociación: “implicación y satisfacción de los jugadores y paz social en el baloncesto español”.