16 diciembre 2017
Dani Astilleros es una persona tranquila. Es difícil verlo alterado. Mucho más raro aún que esté enfadado. Cuando entra en la pista tiene una curiosa habilidad: sube las revoluciones, pero sigue manteniendo la calma. Resultado: siempre está bien colocado. Siempre sabe dónde ir. Llega a esa ayuda imposible. Coge ese rebote inverosímil. Y además, no le da ninguna importancia.
Después de unos años complicados, Valladolid vuelve a disfrutar con el baloncesto. ¿Qué se nota en el día?
Antes que jugadores somos personas y por supuesto, nos encanta que la gente venga a decirnos que están disfrutando. En el gimnasio no es extraño que los aficionados se acerquen y nos reconozcan que vuelven a tener ilusión. Son tiempos bonitos con el ascenso, este año con buenos resultados. Nos encanta que la gente venga a Pisuerga y disfrute.
Como muchos jugadores, estás preocupado por el futuro y estás preparando oposiciones. ¿Qué tal lo llevas?
Se hace duro compaginarlo, pero estoy preparando unas oposiciones. El baloncesto no va a durar toda la vida y quiero tener algo para cuando acabe. Pero también tengo un plan C si no salieran las oposiciones y es estudiar algo que tenga relación con el deporte: fisioterapia, preparador físico….
Eres muy joven aún, pero ¿cómo ves el desarrollo de tu carrera profesional como jugador?
Ojalá pudiera jugar en el futuro en ligas de mayor nivel. Es un sueño de cualquier jugador. Soy feliz en Valladolid. Es mi ciudad. Es el club que me ha dado la oportunidad. No pienso en salir, pero no cierro puertas a otras ciudades u otros países.
Tampoco me preocupa no hacer una carrera lineal. Antonio Izquierdo es un gran amigo y un gran jugador. Su lesión le ha llevado a tener que jugar en EBA. Tiene talento para más, pero no ha dudado en dar un paso atrás para coger impulso.
Hasta aquí, podemos considerar esta entrevista como normal. Cuando hablamos con Dani, le avisamos que algunas preguntas se las habían hecho gente que él conocía, pero sin decir quién. Dejábamos la sorpresa para cuando leyera su propia entrevista.
Antonio Izquierdo (compañero y amigo de Dani Astilleros): ¿Qué partido recuerdas como el más especial?
La final del play off de ascenso en Valladolid contra Zornotza. Estaba toda mi familia, mis amigos. El pabellón lleno recordaba las mejores épocas: lleno de aficionados que no dejaron de animarnos. Recordar la reacción de la gente y ver cómo disfrutamos todos me pone la piel de gallina.
Francis Tomé (Director del Campus ABP en el que participa Dani): ¿Qué diferencias ves entre la LEB ORO y la LEB PLATA?
Si hablamos de extracomunitarios hay poca diferencia. Muchos de ellos vienen a tratar de dar el salto. Para mí, la mayor diferencia está en los nacionales. Tienen experiencia y un físico que es superior en LEB ORO. Defender a estos jugadores es lo más complicado para jóvenes como yo.
Iván Martínez (compañero de Dani un año y en el Campus ABP) ¿Cuándo te sentiste jugador profesional?
En la temporada 2014/15 empecé en el equipo EBA, pero Porfi Fiscac me dio la oportunidad y me incluyó en dinámica del equipo LEB ORO. Poder vivir de cerca el baloncesto con Román Montañez, Sergi Pino, Mikel Úriz era un sueño. Después el año de LEB Plata, el ascenso… Ha sido un sueño por etapas.
Repite, con sorna, Iván: ¿De dónde sacas los hashtag que utilizas en redes sociales?
Supongo que lo dicen por dos: #AllTheWayUp. Lo utilizo por la canción en ambas versiones: la inglesa y la española de Nacho Martín. Me gusta. El otro es #CiruelosTeam. Empezamos varios jugadores a ir a un sitio a comer, y ahora ya ha habido algún directivo que se quiere sumar. Un éxito