5 febrero 2024
En pocos deportes el calendario se encuentra tan desbordado como en el baloncesto europeo. La saturación de partidos por la escasa armonización de calendarios tiene un perjudicado claro: el jugador y su salud. El cuerpo humano tiene unos límites aunque desde algunos despachos se ignore este punto y se programen más y más partidos.
En la ABP hemos criticado desde hace mucho tiempo esta voracidad que ningunea al jugador, pero nos alegra ver como se van sumando voces contra este exceso. Entrenadores como Chus Mateo, Luca Banchi, Georgios Bartzokas , Pablo Laso han mostrado su incomodidad sobre un calendario repleto de partidos con poco tiempo para descansar y señalando hacia un mismo sitio: no estamos protegiendo al jugador.
Actualmente, la ciencia aplicada al deporte nos ofrece datos que sería interesante conocer y analizar. Por eso, nuestra petición más básica, sencilla y lógica es que se cuente en las mesas de trabajo del baloncesto, especialmente en las competiciones, con la voz de los jugadores. Si tenemos claro que somos los actores fundamentales del juego, ¿por qué no se atienden nuestras peticiones de estar presentes y poder expresar nuestra visión? Médicos, preparadores físicos y profesionales del rendimiento también saben que este calendario irracional tiene un impacto negativo sobre el rendimiento y la salud por lo que tienen que lidiar cada semana con lesiones y hacer malabares con las recuperaciones, descansos y tratamientos antes la avalancha de partidos, viajes y entrenamientos.
Por favor, pongamos un poco de cordura. Sentémonos todos, incluidos los jugadores, y estamos seguros de que llegaremos a disponer de un calendario racional en el que no se ponga en riesgo la salud. No hace falta mucho más.
No hace falta mucho más.