Fernando Martín. Manteniendo la leyenda

3 diciembre 2014

Soy uno más de los que recuerdan perfectamente qué hacía ese fatídico 3 de diciembre de hace 25 años. A mis 18 años, había quedado con toda la ilusión con una novieta para ver el estreno de Batman y me enteré de la desgracia poco antes de salir hacia el cine. Fue un mazazo, una noticia que no te podías creer.

En ese tiempo, que parece antediluviano, no teníamos internet, móviles, Twitter, Facebook y demás elementos “imprescindibles” en la actualidad. Los únicos medios que podían transmitir la trágica noticia con rapidez eran la televisión y la radio. Aun así, la difusión fue inmediata y cayó, no sólo entre los amantes del baloncesto, como un rayo de amargura y tristeza. Recuerdo muy pocas ocasiones que haya sucedido algo semejante con la muerte de un personaje conocido.

Yo empezaba a entrenar con el primer equipo de Estudiantes y la gran ilusión era enfrentarme algún día al admirado Fernando. No tuve esa oportunidad, sólo pude verlo desde el banquillo en el torneo de la Comunidad de Madrid del 89. Si alguien me preguntaba cómo quién me gustaría jugar, no había ninguna duda, invariablemente contestaba que Fernando Martín. Me he enfrentado a Jordan, Sabonis o Pau pero me queda la espina clavada de no haberlo hecho contra uno de los más grandes.

Fernando Martín. Foto Real Madrid CF

Fernando Martín. Foto Real Madrid CF

Lo han descrito de muchas maneras pero yo me quedo con la de competidor y ganador, virtudes que simbolizan la esencia del deporte. Daba una imagen a los que no le conocimos personalmente de seriedad y distanciamiento que quizás era la coraza que revestía una disimulada timidez, la que separa a la persona del personaje. Parece que existe unanimidad entre todos los que rompieron esa barrera al destacar su liderazgo, carácter y compañerismo.

Fernando Martín. Foto FEB

Fernando Martín. Foto FEB

 

El baloncesto español comenzó el gran despegue mediático y deportivo de su mano, capitaneando el punto de inflexión en los JJ.OO. de Los Ángeles y ejerciendo de pionero en el extraterrestre mundo de la NBA. Habría sido un jugador importante en la liga estadounidense si hubiera gozado de  minutos. Nos quedamos con la certeza de que pudo haber hecho más historia todavía. Rivalizó con Norris en el Barcelona, convirtiendo en épicos sus duelos, compartió vestuario en el Real Madrid con otro mito con el que saltaron chispas, el gran Petrovic, e hizo que muchos de los que empezábamos en el baloncesto profesional nos fijáramos en el jugador que contribuyó en gran medida a cambiarlo todo. Buen día hoy para recordar a este mito del deporte español.

Después de él, alguno, antes, ninguno.

Alfonso Reyes

Presidente ABP