Haciendo balance de 2020 con Alfonso Reyes

12 diciembre 2020

Quedan apenas 2 semanas para acabar este 2020 tan extraño. Desde el punto de vista del baloncesto y los jugadores, ¿qué balance se hace desde la ABP?

Por las circunstancias que tenemos muy presentes, el 2020 será recordado como un año fatídico por todos nosotros. Lo está siendo en todos los órdenes, por supuesto y no en menor grado, en el mundo del baloncesto. La pandemia de COVID ha condicionado nuestra vida y nos ha planteado una nueva realidad. La esperanza que nos queda es que el 2021 sea el año de la vacuna y la erradicación o al menos el control de la enfermedad.

Concretando en nuestro deporte, ha supuesto la cancelación de competiciones europeas, de los JJ.OO. y la ausencia en las gradas de nuestro fundamental aliento, el aficionado.

Para no ver sólo el lado oscuro del tiempo de pandemia, podemos poner en el platillo positivo de la balanza la burbuja de Valencia que permitió finalizar la liga ENDESA con un éxito rotundo. Jugadores, clubes y médicos nos unimos para poder superar las dificultades y demostrar una vez más que la unión hace la fuerza. También a nuestros campeones en las diversas competiciones: Enhorabuena para Baskonia, flamante campeón ACB, al Real Madrid por la Supercopa y al San Pablo Burgos por su hazaña al conquistar la BCL.

Partidos aplazados, pabellones sin público, test PCR?¿qué sensación hay en las plantillas con el escenario actual con el que se convive?

Ha sido complicado adaptarse a esta nueva realidad que ha condicionado todo, los entrenamientos, las concentraciones y los partidos. Costó al inicio, sobre todo por la incertidumbre que suponía el continuar con las competiciones de la mejor manera posible. La profesionalidad de los jugadores ha permitido solventar muchos de estos problemas y poder desarrollar la temporada 20/21 con dificultades pero con determinación.

La coordinación del calendario nacional e internacional sigue siendo caótica con jugadores y aficionados como principales perjudicados. ¿En la ABP se tiene la sensación de que hay solución? ¿Qué ideas hay encima de la mesa?

Tanto en ACB como en FIBA-BCL se han tenido en cuenta las dificultades que impondría el COVID-19 y se han tomado medidas para minimizar su repercusión. En BCL modificando el modelo de competición y en ACB con un protocolo bien estudiado y coordinado. Echamos de menos una apuesta similar de la EL, equipos de 10 países en juego merecen una mejor previsión.

En los últimos años, la ABP ha tenido una intensa actividad internacional. ¿En qué consiste ese trabajo fuera de España y en qué se benefician los jugadores?

ABP, como miembro de EUAthletes, entidad que engloba a las asociaciones europeas de deportistas, participa en los numerosos proyectos que desarrolla, entre los que destacan aquellos relacionados con la carrera dual, la lucha contra el amaño de partidos y muchos otros.

Igualmente formamos parte, junto con el resto de asociaciones de baloncestistas de Europa, de la UBE cuya vicepresidencia ostentamos actualmente. Los contactos con el resto de compañeros europeos nos permiten compartir inquietudes, problemas y posibles soluciones del baloncesto continental.


La relación con FIBA es muy fluida pero no podemos decir lo mismo con Euroliga, muy a nuestro pesar. Su negativa a contar con las opiniones de las asociaciones nacionales englobadas en UBE ha sido una gran decepción, impropia de una organización de su nivel.

Los sindicatos de deportistas somos los legítimos representantes de los jugadores y su voz siempre debe tomarse en cuenta. Independientes de cualquier entidad, se garantizan los derechos de los deportistas por encima de cualquier otro interés espurio.

En la última ventana FIBA, el seleccionador Sergio Scariolo mostraba su preocupación por la poca presencia de jugadores nacionales en las plantillas. La ABP defiende siempre a todos los jugadores, pero lleva años reclamando sentido común ante tanta rotación y poco arraigo. ¿En un horizonte de 3 años crees que puede haber cambios en las estructuras de las plantillas?

ABP lleva haciendo esta reivindicación muchos años y seguirá haciéndolo aunque a veces parezca que clamamos en el desierto. Hacemos bandera de este modelo porque entendemos que el arraigo de los jugadores y su identificación con el aficionado son fundamentales para una mejor salud de nuestro baloncesto.

Nuestra propuesta es la de recuperar el espíritu del jugador de formación. Que tenga precisamente ese objetivo, formar a chavales en nuestro baloncesto, no que lleguen ya hechos como ocurre ahora en la mayor parte de los casos. Cabe la posibilidad de que un jugador llegue con 17 años y en 3 más ya puede adquirir esta condición. Deben llegar en edad cadete para que su desarrollo como jugador sea en nuestro baloncesto.

Desde hace unos años, cada vez más jugadores, pensando en su futuro, optan por seguir formándose. ¿En qué consiste la ayuda de la ABP en este importante momento?

En ABP pusimos en marcha hace unos años las becas de estudio. Son ayudas para los jugadores que posibilitan la formación durante su carrera deportiva y que les permitirá afrontar con mayores garantías el paso a la «vida civil». El importante abismo que se puede presentar ante el jugador una vez finalizado su periplo deportivo, podrá salvarse con mejores garantías gracias a su preparación anterior. Ese es una de nuestros principales objetivos en la ABP.

Por último, si cierras los ojos hoy y los abres en diciembre de 2021, ¿qué baloncesto te gustaría encontrarte?

Me gustaría encontrarme con un baloncesto saludable, es decir, con nuestros jugadores en perfecto estado y con los aficionados en las gradas. Si llegamos a este punto, seguramente habremos dejado atrás lo peor de la pandemia y sólo será un triste y doloroso recuerdo.