La experiencia de Álvaro Muñoz desde la Selva Negra

23 diciembre 2015

Cuántas veces habremos visto unos highlights de un jugador, la mayoría de las veces americano, y hemos pensado: tiene buena pinta, a ver que tal se adapta a jugar en España. Pues esta vez el del video soy yo.

Cuando estás haciendo las maletas tienes tantas ganas de llegar, conocer a los compañeros, instalarte en el piso y empezar a entrenar que no piensas en pequeños detalles como , por ejemplo, que en Alemania no hay aceitunas rellenas de anchoa, o latas de ventresca de atún, ambos elementos indispensables para mi supervivencia.

Dejando de lado la gastronomía, resulta que los alemanes son muy majos. Desde el primer día me he encontrado con un club muy bien organizado, donde han hecho todo lo posible para que, tanto mi novia como yo, estemos cómodos. Esto era algo que nos esperábamos, por algo tienen tanta fama, pero lo que verdaderamente nos ha sorprendido es lo amables y cercanos que toda la gente está siendo con nosotros.

Hace que te entren ganas de aprender el idioma e integrarse cuanto antes. Aunque en el momento que empiezas a estudiar un poco a fondo el alemán, rápidamente se te quitan, por su dificultad.

Álvaro Muñoz (foto MHP Riesen)

Álvaro Muñoz (foto MHP Riesen)

Uno de los grandes retos que nos planteamos al venir aquí es aprender alemán. La ventaja o el inconveniente , depende de cómo se mire, es que en esta zona todo el mundo habla inglés. Muchas veces, intentamos hablar en alemán, obviamente aún no se nos da muy bien, y enseguida te responden en inglés. Por ello, es fácil conformarse con hablar en inglés, ya que te manejas perfectamente en el día a día.

Otro caso curioso de morriña es la música. Los que me conocen saben que no soy muy fan del reggeaton, pero aquí me sorprendo cantando Enrique Iglesias cada vez que  ponen “Bailando”  en la radio.

Ludwigsburg o Luisburgo para los amigos hispanohablantes, es una ciudad relativamente pequeña del sur de Alemania. Tiene casi 90 mil habitantes y está a 12 km de Stuttgart. Lo más llamativo de la ciudad es que tiene un gran palacio barroco, mandado construir por el Duque  Eberardo  Luis de Wurtemberg. Se puede decir que es una típica ciudad alemana, donde nos ha llamado mucho la atención el mercado de navidad.

¡Casi se me olvida hablaros del baloncesto!

Werbung 1La Liga, a nivel de infraestructura  y organización, es espectacular. Hasta el momento, todos los campos a los que he ido estaban llenos y con un ambiente increíble.  Aquí, es muy común ver la presentación del equipo local con máquinas de humo, fuego, videos de introducción…

Hay que tener en cuenta que prácticamente  todos los equipos tienen 6 americanos, por lo que tácticamente es un juego distinto al de España. ¡Lo bueno es que sigue siendo baloncesto!

No es fácil dejar España para ir a jugar fuera, muchas de las cosas que das por supuestas como que pueda venir la familia a visitar a tres horas en coche… contacto con amigos, etc.  Tengo la suerte de que mi novia me acompañe en esta aventura, lo cual hace que todo sea un poco más fácil. Hasta el momento creo que está siendo una experiencia muy positiva, esperemos que siga así.

Álvaro Muñoz Borchers

@amunioz33