La noche triste

12 septiembre 2014

La conmoción no se disipa, la rabia permanece y la incredulidad es persistente. Un océano de tinta se ha vertido sobre las razones del drama y la mayor parte de sus ríos coinciden en el diagnóstico. La voz de la calle se deja oír, sorprendiendo por su contundencia y revelando lo importante que era este campeonato para nuestro país.

La mejor selección de nuestra historia no merece este final mancillado, porque seamos sinceros, que vuelva a reunirse tanto talento en nuestro baloncesto es una utopía. Que parte de esos recursos se desprecien, no es culpa del que los pone a disposición del grupo sino del que debe, con su teórica experiencia y conocimientos, gestionar un equipo tan valioso. No se debe ningunear a referentes porque eso tiene un coste demasiado alto. Animar a estos fenómenos es lo único que nos queda.

Tuve la suerte de charlar antes del campeonato en los jardines del Generalife con Vincent Collet al que, debo confesar, confundí inicialmente con un árbitro de mis tiempos parisinos… Salí del atolladero gracias al sentido del humor del francés (no es un oxímoron). Me dejó la impresión de ser un gran conocedor y admirador de nuestro baloncesto, de persona humilde y honesta que da a cada uno lo suyo, sin prometer aquello que no puede cumplir. Respeto reverencial por nuestra selección y cercanía fue lo que más me sorprendió de él. Si Francia está en la semifinal es en gran parte gracias a este entrenador.

 

Alfonso Reyes

Presidente ABP