14 junio 2021
«El corazón me pide que siga jugando, la cabeza me dice que lo intente, pero mi cuerpo ha dicho basta«. Con esta contundencia, Saúl Blanco anunciaba que se retiraba como jugador. Cerca de 400 partidos entre ACB y ligas FEB tiene su carrera. Pero también tiene otro curriculum, el académico, bastante completo. Un ejemplo para todos los jóvenes que vienen detrás. Desde la ABP le deseamos la mejor de las suertes.
Saúl, empezaste a jugar en Oviedo y decides jugar tu último partido en Oviedo. ¿Convencido de cerrar esta etapa?
Sí. Ha sido un decisión muy pensada y meditada. Ningún momento es bueno para dejar de ser jugador profesional, pero sentía que era el momento menos malo: rodeado de mi ciudad, de mis amigos y de mi familia. Además, el cuerpo me pedía una tregua.
¿Qué consejos te han dado los compañeros que ya han dado este paso?
Hablé con algún compañero ya retirado y lo principal es que debía estar convencido porque es una decisión que se toma una sola vez. Tenía que estar muy convencido.
En tu etapa de Siglo XXI ya destacaste por ser un buen estudiante. Mientras has sido jugador profesional has seguido preocupado por mejorar este aspecto. Cuéntanos qué has estudiado y cómo has logrado compatibilizar las dos cosas.
Tienes mucho tiempo libre, mucho viajes y aunque hay que descansar y disfrutar de todo, si te organizas, sacas tiempo. Se trata de no dejar de estudiar y de marcarte objetivos a corto y medio plazo. Gracias a eso, ahora tengo un Grado en Administración y Dirección de Empresas y dos máster, uno en profesorado de economía y otro de asesoramiento financiero.
En tu carrera has tenido siempre continuidad en los clubes en los que has estado (Fuenlabrada, Unicaja, Tenerife…) pero también decidiste probar fuera de España. ¿Cómo fue la experiencia? ¿la recomiendas?
Después de muchos años en España, me faltaba probar algo diferente y me surgió esa posibilidad. Fue una gran experiencia personal y profesional. Se la recomiendo a todo el mundo por ver otras maneras de vivir, de conocer otra competición, otro tipo de entrenadores. Siempre te enriquece.
¿Cómo te preparas para esa vuelta del verano sin pretemporada, ni viajes, ni concentraciones?
De momento, han pasado tres semanas y lo llevo bastante bien. Cuando llegue septiembre lo pasaré algo peor. Para entonces, ya me habrá pasado a los banquillos. La temporada que viene estaré en el CB Martinez Valls de Ontinyent donde seré el primer entrenador y llevaré toda la sección masculina.
Después de una extensa carrera deportiva, ¿crees que te has dejado algo sin hacer en el baloncesto?
Han sido 18 años de carrera donde ha habido de todo y he tenido la suerte estar en buenos equipos, con grandísimos compañeros y fantásticos entrenadores. En el verano de 2009 fui invitado a la concentración de la selección absoluta. Fueron dos semanas de entrenamientos pero me quedé con la espinita de haber debutado. Aún así, la experiencia fue maravillosa.
En tantos años como profesional, te habrás cruzado con mucha gente. ¿de quiénes tienes un recuerdo más especial o te han marcado más?
No me puedo quedar con una sola persona porque son muchas personas las que me ahn ayudado. En Gijón, Josep Pancreu me acogió como un hermano mayor. Me ayudó y me guio. En Fuenlabrada tuve de compañeros a un repóquer de veteranos: Solana, Paraíso, Jorge García, Salva Guardia, Ferrán López y Luis Casimiro de entrenador. En Málaga cuando dí el salto a un equipo más grande, coincidí con Jorge Garbajosa y Berni Rodriguez con quienes tuve una muy buen relación en la cancha y personal. En Canarias me quedo con Alejandro Martínez porque es el entrenador que más me ha marcado en mi carrera.
