«La fórmula matemática» por Rafa Jofresa

18 septiembre 2015

Ser comedido en medio de la euforia es complicado. Pero Rafa Jofresa quiere estudiar la trayectoria de España en el Eurobasket 2015 y el partido de ayer desde la tranquilidad. Sacando conclusiones y huyendo de tópicos.

 

Ser favoritos o no antes de una semifinal de un Eurobasket es una conversación típica. Tan típica como irreal. Cuando eres jugador, tu concentración te impide sentirte ganador o perdedor de antemano. Sólo quieres jugar.

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Foto: Baloncesto FEB

Esta generación de jugadores siempre ha ido a de menos a más en todos los campeonatos y no le ha influido demasiado la etiqueta o no de favoritos, han sabido mantener su concentración, su crecimiento y la competición les ha marcado el curso.

Sin embargo, esta vez el equipo tenía un plus de motivación con la derrota del año pasado en Madrid. Los nuestros querían sacarse esa espina, mientras que a los franceses la presión de no conseguir en casa y en ese escenario un buen resultado, podía pesarles.

En los primeros partidos el juego no era bueno, la defensa no era intensa. Había malas señales y ellos mismos eran conscientes. Pero esa dinámica empieza a cambiar hacia lo positivo en el partido contra Alemania. Fue el primer «match ball» que se salvó. La receta era sencilla de contar, pero complicada de aplicar: saber estar más juntos como equipo, más sacrificados y con mayor concentración. Todo esto de manera permanente.

Foto: Baloncesto FEB

Foto: Baloncesto FEB

Los partidos contra Polonia y Grecia, vistos con perspectiva, parecen más fáciles de lo que fueron. Pero realmente fueron auténticas batallas donde el equipo puso en la cancha ese sacrificio y esa concretación a las que iban añadiendo su talento natural. Dos días que nos ayudaron mentalmente a preparar el partido contra Francia y que podemos considerar como vitales.

Analizando el partido, los primeros 20 minutos reflejaron un respeto general por todas las partes. Muchos jugadores NBA, con campeonatos y medallas a sus espaldas estaban midiéndose las fuerzas. Fue a partir de mitad del tercer cuarto cuando el partido se desboca y ya nadie se guarda nada. Ganar o perder será cuestión de detalles, de esfuerzo, de concentración.

El momento crítico es a falta de 2:51 para finalizar el Q3. 40-51 y con la sensación de que se nos iba el partido. El partido de Pau Gasol es increíble y supera la imaginación que cualquiera podemos tener sobre «un partidazo», pero también es de justicia reconocer a Sergio Rodríguez. Chacho cogió la manija del equipo y cambio por completo el ritmo del partido.

La clave del partido me gustaría reflejarla como una fórmula matemática. Esfuerzo + Solidaridad + Talento = ÉXITO. Quizás no se cumpla siempre, pero si sólo se cuenta con uno o dos de esos componentes, no se gana. De eso sí que estoy seguro.

Foto: Baloncesto FEB

Foto: Baloncesto FEB

Todos estos finales apretados que hemos jugado, lejos de crear una sensación de duda, han ayudado al equipo a crecer, a no tener miedo a la adversidad. Veo una España más dura, más sacrificada, con jugadores que se apoyan unos en otros cuando algo no termina de salir como se espera.

Se me hace dificil poner un solo adjetivo a este equipo. Tienen madera de campeones, porque aún perdiendo y no jugando bien, se han recompuesto, han mejorado y no han perdido la fe. Eso no se entrena. Se tiene o no se tiene.

Si empecé desmontando un tópico, acabaré igual. Sabemos que a estar alturas «no hay rival pequeño», pero me voy a mojar: prefiero a Serbia. El equipo tendrá esa sed de revancha bien entendida y estoy seguro que volverá a aplicar la fórmula matemática.

 

Rafa Jofresa

Secretario General ABP